Este pasado Viernes, un terremoto de magnitud 6,9 sacudió Hawaii desencadenando nuevas erupciones del volcán Kilauea. Miles de personas se han visto forzadas a evacuar sus hogares y se han interrumpido diversos servicios. Los desastres naturales son causantes del 14 al 20% de las situaciones de crisis que una organización puede experimentar y, para ello, aunque inesperados, se debe estar adecuadamente preparados para reaccionar y atender a las exigencias que supone velar por el bienestar de nuestros colaboradores y sus familias. Por otra parte, debemos prever las estrategias de atención y soporte a nuestras instalaciones afectadas, según haya sido el impacto, y coordinar toda colaboración posible, según sea la naturaleza de nuestra actividad, a comunidades y autoridades nacionales, estatales o locales. Todo esto debe ser parte de un plan previamente establecido, dirigido por un equipo con suficiente capacidad para la toma de decisiones y acceso a los recursos de apoyo disponibles.